RDC: Obispo apela a las autoridades para que pongan fin al calvario del pueblo congoleño
Tras nuevas masacres en Kivu del Norte, Mons. Sikuli Paluku, obispo de Butembo-Beni, denuncia en un mensaje enviado a ACN las atrocidades perpetradas por las FDA desde inicios de junio de 2024. Además, el prelado insiste en que no debe haber separación entre la fe y la defensa de la dignidad humana.
Luego de las masacres cometidas por el grupo rebelde de las Fuerzas Democráticas Aliadas (FDA) en la zona de Baswagha-Madiwe, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), el obispo Melchisédech Sikuli Paluku de la Diócesis de Butembo-Beni, en Kivu del Norte, ha publicado un “mensaje para denunciar y pedir compasión”. Desde el inicio de junio, estas masacres han cobrado la vida de unas 150 personas.
En dicho mensaje, enviado a la Fundación Pontificia Internacional ACN, el obispo denuncia las matanzas “contra una población pacífica, indefensa y sin seguridad”, los secuestros de personas “de las que hoy no queda rastro» y las violaciones de niñas y mujeres. Además, informa de que las FDA han incendiado casas, instalaciones médicas, tiendas y vehículos en toda la región. Como consecuencia de esta dramática situación, los supervivientes han huido hacia zonas más seguras.
Una región asolada por las milicias rebeldes desde hace décadas
Mons. Sikuli Paluku lanza un vehemente “llamado a las autoridades del país para que pongan fin al calvario de todo el pueblo congoleño y, en particular, de la población de la Diócesis de Butembo-Beni, calvario que ha durado demasiado tiempo”, y manifiesta su compasión, cercanía y comunión con todos los damnificados.
Esta región del este de la República Democrática del Congo, rica en recursos naturales, es presa desde hace décadas de las violentas incursiones de las milicias rebeldes. Mons. Sikuli Paluku ha descrito a ACN en repetidas ocasiones esta dolorosa situación en el transcurso de los últimos años.
Desde la década de 1990, las FDA participan en operaciones militares y masacres en la región de Beni, en Kivu del Norte, donde están activos numerosos grupos armados. Sin embargo, el grupo rebelde de origen ugandés es el único considerado como afiliado al Estado Islámico desde 2017, aunque la naturaleza exacta de este vínculo sea difícil de determinar.
De hecho, según varios medios de comunicación, en un mensaje en línea del Estado Islámico se indica que uno de los ataques de junio en Kivu del Norte tenía por objetivo atacar a los cristianos.
La vida vencerá a la muerte
“En nombre de la dignidad infinita de todo ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios», el obispo Sikuli Paluku denuncia -por enésima vez- esta tragedia indescriptible”. Para él, es un deber denunciar estas graves violaciones de la dignidad humana, porque “no podemos separar la fe de la defensa de la dignidad humana, ni la evangelización de la promoción de una vida digna, ni la espiritualidad del compromiso con la dignidad de todos los seres humanos”.
Al mismo tiempo, el obispo ha lanzado un mensaje de esperanza: “Con la movilización de todos los congoleños, el bien triunfará sobre el mal, la vida vencerá a la muerte y la verdad aniquilará finalmente la mentira”.
El domingo 16 de junio, durante el rezo del Ángelus, el Papa Francisco condenó las masacres y reiteró una vez más a las autoridades del país y a la comunidad internacional a hacer “todo lo posible para detener la violencia y por la salvaguardar la vida de los civiles”. Además, insistió en el hecho de que entre las víctimas recientes de las FDA hay “cristianos asesinados in odium fidei, mártires cuyo sacrificio es una semilla que germina y da fruto, y nos enseña a testificar el Evangelio con valentía y coherencia”.