Pakistán: «Hay una bendición para los que tocan la Palabra de Dios»
El 30 de septiembre se celebra la memoria de san Jerónimo, padre y doctor de la Iglesia, que tradujo la Biblia al latín. La Iglesia dedica el mes de septiembre a la Biblia y recuerda la profunda convicción de san Jerónimo de que “quien no conoce la Sagrada Escritura, no conoce a Cristo”.
Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) habló con el padre Emmanuel Asi, secretario ejecutivo de la Comisión Bíblica Católica en Pakistán desde su fundación en 2002, sobre la situación de los cristianos y el apostolado que realiza en Pakistán. El padre Asi, sacerdote de la arquidiócesis de Lahore, destacó también el carácter sagrado que tiene la Biblia para sus fieles.
¿Cuál es la situación de los cristianos en Pakistán?
Pakistán es una república islámica con 230 millones de habitantes, de los cuales el 97% son musulmanes. El 3% restante son minorías, entre ellas hindúes, cristianos y sikhs. La mayoría de los 1,5 millones de cristianos son católicos. Por tanto, para gente de otras religiones distintas al islam, como los cristianos, vivir en Pakistán no es fácil. No hay libertad religiosa.
Pero la Constitución reconoce que «todo ciudadano tendrá derecho a profesar, practicar y difundir su religión», y que toda confesión religiosa «tiene derecho a fundar, mantener y gestionar sus propias instituciones religiosas» ¿Qué es lo que está sucediendo entonces?
En el papel se nos permite hacer todo, tenemos derechos; pero en la práctica, en la política, en la vida social, en la vida académica, en la vida laboral, hay mucha discriminación y dificultades para nuestros jóvenes —los que quieren estudiar en las universidades y los que buscan trabajo. En la Iglesia, puedes hacer lo que quieras, tienes el 100% de libertad. Puedes dirigir tus escuelas, puedes dirigir tus institutos, puedes dirigir tus parroquias, tu comunidad, hacer cualquier programa, puedes imprimir Biblias, puedes imprimir tus libros. Pero una vez que sales a la sociedad, a la calle, a la oficina, al trabajo, entonces hay dificultades, hay discriminación.
¿Cuál cree que es el mayor reto para los cristianos en Pakistán?
El primer reto para ellos es mantenerse fieles y ser valientes en la vida diaria. Tenemos una gran bendición, y es que la mayoría de nuestra gente es joven. Cuando vas a la iglesia, alrededor del 65 por ciento de la gente tiene menos de 40 años. Por lo tanto, nuestra Iglesia está muy viva. Pero nuestro gran problema, nuestro principal reto es la educación de nuestra gente, porque la educación en Pakistán es de muy bajo nivel. El analfabetismo es muy alto. Por otro lado, la población cristiana sigue creciendo, este es otro reto: cómo
llegar a la gente. Los obispos quieren abrir más parroquias. Tenemos suficientes sacerdotes y vocaciones, así que tendremos suficientes sacerdotes en el futuro. Esa no es nuestra dificultad, sino poder abrir parroquias, construir casas parroquiales para poder llegar a la gente.
¿De qué manera la Comisión Bíblica da a conocer el mensaje del Evangelio en Pakistán?
En los últimos 20 años, desde que existe la Comisión Bíblica Católica, hemos hecho muchas cosas para acercar la Palabra de Dios a la gente, y la gente a la Palabra de Dios. Esta es nuestra misión. La gente quiere escuchar, quiere leer la Palabra de Dios. Tenemos varios programas para la gente. Por ejemplo, uno llamado ‘cien mil amigos de la Biblia’ en el que se inscriben personas de todo Pakistán, que tienen su propia Biblia y les gusta leerla al menos cinco minutos al día.
El año pasado, en noviembre, pusimos los audios de la Biblia en internet para la gente que no puede leer. Así, la gente puede escuchar la Palabra de Dios. Además, tenemos la Biblia para niños y la Biblia YouCat impresa en urdu gracias a la fundación ACN. Hemos impreso 70.000 Biblias.
También, tenemos en todas las diócesis el maratón de la Biblia en la que participan unas 2000 personas en todo el país. En 127 horas se lee continuamente, día y noche, toda la Biblia. Cada persona lee 15 o 20 versículos de la Biblia. La gente se ha entusiasmado y emocionado espiritualmente con este programa.
¿Podría contarnos una historia sobre cómo la Biblia ha cambiado la vida de la gente?
Tengo muchos, muchos testimonios. Había una persona analfabeta. No sabía leer. Cuando hablé con él, me dijo: «Quiero leer la Biblia, pero no sé leer». Entonces le dije que en la Biblia hay una bendición especial para los que tocan la Palabra de Dios. Así que le dije: «cada día debes tocar una página de la Biblia, cada palabra de la Biblia. Ve línea por línea, da esta bendición a tus dedos, porque está escrito en la Biblia que hay una bendición para los que tocan la Palabra de Dios». La idea era que cada día abriera la Biblia y tocara algunas líneas. Así lo hizo y en dos años y medio vino a verme, ¡estaba tan feliz y emocionado! Me dijo: «Recibí muchas bendiciones, mucha conversión y cambio en mi vida. He tocado toda la Biblia». Así que le di un certificado, porque las personas que leen toda la Biblia reciben un certificado de nuestra parte.
¿Cómo es su trabajo fuera de la Iglesia, especialmente en un país mayoritariamente musulmán?
En primer lugar, ofrecemos muchos seminarios a los que se invita a muchas personas de otras religiones. Hace poco, tuvimos un seminario sobre espiritualidad en el que participaron personas de seis religiones. En segundo lugar, trabajamos con profesores y estudiantes universitarios en estudios de religión comparada. En tercer lugar, está el diálogo en directo. Día y noche estamos conviviendo con otras religiones. Vivimos con ellos, hablamos con ellos, vienen a nuestras casas, nosotros vamos a las suyas.
¿Le gustaría dar un mensaje final a ACN y a los benefactores?
Quiero dar las gracias a la gente de todo el mundo, a la gente de ACN, a todos los que nos ayudan económicamente y a los que nos apoyan con sus oraciones. Les pido que sigan ayudando, especialmente a Pakistán. Les pido en nombre de nuestro pueblo: Por favor, ¡continúen ayudándonos todo lo que puedan! Sea cual sea la situación crítica, sea cual sea la amarga realidad, debemos tener esperanza en Dios. Sólo la esperanza puede hacer nacer una nueva vida. En nuestro idioma, cuando una mujer está embarazada, utilizamos esta palabra para decir que ella «está con Umeed (امید)», «está con esperanza», que dará a luz una nueva vida. La esperanza te hace multiplicar y fructificar.