Los obispos de la Iglesia católica en Haití piden el fin de la violencia y la reconciliación nacional
ACN se suma a la jornada de oración por el pueblo de Haití el próximo 22 de marzo
Los obispos de la Iglesia católica en Haití, en un mensaje registrado el 18 de marzo, han expresado su profunda preocupación por la violencia que asola al país. La carta recibida por la fundación internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) y firmada por los diez obispos católicos del país, pide al cese de la violencia y a la reconciliación nacional, en línea con el reciente llamado del Papa Francisco.
En su mensaje, los obispos alientan los esfuerzos de todos los sectores y fuerzas de la nación para encontrar una solución a la crisis actual y restaurar la paz y la seguridad para todos los haitianos. También, piden que se establezca un gobierno de transición inclusivo que garantice una auténtica armonía nacional.
La carta explica que, con el fin de mantener su neutralidad, la Conferencia Episcopal Haitiana no ha designado a nadie para que represente a la Iglesia católica en el Consejo Presidencial o en cualquier otra estructura gubernamental. Sin embargo, expresaron su esperanza de que las conversaciones en curso conduzcan a un acuerdo patriótico inclusivo y duradero en interés de todo el pueblo haitiano.
Los obispos subrayan que el sueño de un país sin violencia debe ser apoyado por todos los sectores de la sociedad haitiana: “Pongamos fin a estos actos violentos que causan tanto sufrimiento, porque la violencia engendra violencia, el odio engendra más odio y muerte más que muertos. Cada destrucción provoca el retroceso de Haití en su marcha hacia el progreso que todos deseamos”, dice el comunicado. También, se refirieron a la invitación del Papa Francisco durante el rezo del Ángelus del domingo 10 de marzo, en el que el santo padre pidió rezar por el fin de todas las formas de violencia en Haití: “Cada muerte violenta cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad; cada muerte violenta nos disminuye como personas.”
Finalmente, los obispos, incluido Mons. Pierre – André Dumas -hospitalizado en los Estados Unidos, después de una grave explosión en su lugar de residencia cuyas causas todavía no han sido aclaradas- invocan a la santísima Virgen María, Señora del Perpetuo Socorro para que ayude a Haití y Dios libre al país del mal.
Siguiendo este urgente llamado, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) y Cáritas América Latina enviaron a la fundación ACN una invitación para unirse a la jornada de oración el próximo 22 de marzo por el pueblo de Haití.
“Ese día en muchas comunidades se sigue celebrando el Viernes de Dolores o María al pie de la cruz. Es la Virgen que se asocia a los dolores de su Hijo. Es María dolida hoy por su Hijo en el rostro del pueblo haitiano, crucificado por la miseria y la violencia. A Ella, Madre de ternura y misericordia, queremos pedir su intercesión para que el Señor allane los caminos, disponga los corazones y mueva las voluntades, para que nuestros hermanos puedan gozar pronto de una Vida plena”, dice el comunicado.
La situación humanitaria en el país se ha vuelto extremadamente grave en las últimas semanas debido a la crisis política y social que arrasa el país desde el asesinato del presidente en julio 2021.
Según el documento de la CELAM y CLAR más de 3 millones de niños necesitan ayuda humanitaria, 362.000 personas están desplazadas internamente y más de la mitad de la población vive en condiciones de pobreza, con una esperanza de vida que apenas supera los 64 años. Además, debido a la violencia, muchas personas han perdido a sus seres queridos, las mujeres sufren violaciones de sus derechos fundamentales y muchos haitianos no tienen las condiciones mínimas para vivir dignamente.
La fundación ACN anima a todos sus benefactores, amigos, comunidades cristianas y religiosas a unirse a esta jornada de oración para que, como dice el comunicado del CELAM, “la voz del pueblo haitiano sea escuchada en la tierra y en el cielo, confiados en la misericordia de Dios y la compasión por sus hijos.”