La radio que acerca a los más pobres y alejados en las montañas de Perú
Por: María Ximena Rondón
“Porque la radio está más cerca de la gente”, dice un famoso eslogan de la Asociación de Radiodifusores del Perú. Estas palabras expresan el significado de la radio en lugares como la diócesis de Huancavelica y la Prelatura de Sicuani, que recibieron el apoyo de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) para mejorar la infraestructura de sus radios y así continuar con la tarea de difundir el mensaje del Evangelio de Jesucristo, cuyas ondas tocan el corazón de los más pobres de esta nación andina.
Según la Encuesta Mundial de Valores, difundida en el año 2021, con un porcentaje del 42,5% de la población (32,97 millones de personas), Perú es el segundo país en Latinoamérica donde se consume la radio diariamente.
Quizás en otros lugares este medio de comunicación masivo sea considerado como una reliquia del pasado ante el gran coloso de Internet, pero según los testimonios del Padre Carlos Rafael Eslava, párroco de la parroquia Nuestra Señora de Cocharcas, y la Hermana Ángela, encargada de comunicaciones de la Prelatura de Sicuani, ubicadas al centro y al sur de Perú respectivamente, la radio aún es una de las principales fuentes de información y la gente reclama por su permanencia.
Una radio para la zona más pobre de Perú
“Bienaventurados serán los pobres, porque de ellos es el Reino de los Cielos”, dijo Jesús y Huancavelica es el lugar del Perú donde resuenan los ecos de esa Bienaventuranza. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), esta es la región más pobre del país, con un índice de 50,9%.
Sus más de 351 mil habitantes hablan una diversidad de lenguas, como el quechua, y la mayoría se dedica a la agricultura y a la ganadería, tareas que realizan entre las altas montañas de la Cordillera de los Andes (que superan los 5.200 m.s.n.m).
El Padre Carlos Rafael Eslava asumió la parroquia Nuestra Señora de Cocharcas, ubicada en el distrito de Paucará, en el año 2020, cuando estalló la pandemia por el coronavirus. Contó a ACN que, para mejorar la atención pastoral de los 50 pueblos bajo su jurisdicción, pidió a la Fundación una camioneta y presentó un proyecto para repotenciar la radio de la parroquia, ya que los equipos estaban dañados y los feligreses querían seguir escuchando los programas que en ella se producían.
Explicó que los pobladores locales consumen más la radio que otros medios, porque “es más práctico sintonizarla y llevarla al campo para trabajar. La van escuchando durante el día y en su misma casa la sintonizan, pues la mayoría de la población es de extrema pobreza y por ello, a diferencia de las grandes ciudades, la radio es el único medio que tienen para formarse, escuchar las canciones y también las noticias”.
Tras recibir la aprobación de ACN para el proyecto de renovación de la radio, el Padre Eslava logró conseguir e instalar los nuevos equipos, aunque demoraron en llegar debido a las dificultades (provocadas por las restricciones de la pandemia), para importarlos del extranjero y luego trasladarlos en un recorrido de 494 kilómetros desde Lima, la capital.
Comentó que “la radio ha sido un instrumento importante para la formación espiritual, doctrinal de las personas en esta zona. Aún más, ha sido la única radio que ha estado bastante tiempo y ahora que se ha renovado, el impacto es muy fuerte porque los fieles están contentos, ya pueden participar de las misas porque no pueden acercarse durante la semana a las misas que se realizan en la parroquia, bien sea por la distancia o por los quehaceres en sus pueblos, y solamente vienen los domingos”.
Actualmente, el Padre Eslava y otro sacerdote administran la radio, producen algunos programas y replican otros, entre los cuales figuran las cápsulas informativas que produce ACN Global Office. Además, es un medio para comunicar a los pobladores sobre las próximas actividades que realizarán, como conciertos, fiestas patronales, horarios de Misa, entre otros.
Una radio para las montañas en el ombligo del mundo
Ubicada en la región de Cusco, conocida como el ombligo del mundo y la antigua capital del Imperio Incaico, la Prelatura de Sicuani debe atender a más de 500 comunidades repartidas entre montañas (que llegan hasta los 4.000 m.s.n.m), a las que se puede llegar en camioneta, a caballo o a pie.
La Hermana Ángela, miembro de la congregación mexicana Discípulas de Jesús Buen Pastor, llegó a Sicuani hace cuatro años y expresó a la Fundación ACN su preocupación por las dificultades para evangelizar el territorio pastoral, ya que solo cuentan con 28 sacerdotes, y hay pueblos “que han estado hasta 10 a 15 años sin un presbítero”.
Explicó que “son comunas muy lejanas, donde hay un alto grado de pobreza”, y la pandemia por el coronavirus golpeó el trabajo de evangelización que su congregación y la Prelatura habían realizado. “Todavía tenemos varias parroquias sin sacerdote, y en cuestión de la fe aquí hay mucho que hacer. Hay fe, pero en formación doctrinal falta muchísimo. Apenas los templos empiezan a recuperarse”, precisó e indicó que “aquí es donde entra la radio en la labor pastoral”.
Gracias a la ayuda de ACN, en la Prelatura compraron una emisora FM para la radio Santo Tomás, ubicada en la provincia cusqueña de Chumbivilcas, donde “hay mucha gente pobre y hay comunidades tan lejanas a donde los sacerdotes deben caminar tres, cuatro, hasta cinco o seis horas. Es imposible visitar a la gente, pero sí llegan las radios”, aseguró la religiosa.
Respecto al impacto de este medio de comunicación masivo, la Hermana Ángela dijo a ACN que “aquí tiene un valor tan importante como nunca he visto en esta zona. Yo pensé que la gente ya no escuchaba radio, pero aquí lo hace todo mundo y aquí es donde se va evangelizando y enseñando”.
Comentó que en ciertas capillas se coloca la radio en altavoz para que la gente escuche los programas y que en las comunidades más lejanas “los señores andan con sus chacras, las señoras con sus ovejitas y ahí al lado está su radio. La radio es tan importante para el pueblo porque ha sido a través de ella donde a la gente se le informa y se le forma”.
Indicó que las radios católicas tienen “mucha credibilidad y la gente se deja orientar a través de ellas”, con los programas en español y en quechua de catequesis y formación doctrinal. “La verdad es que la radio aquí es una fuente de evangelización valiosa e importantísima que está ayudando mucho a esta Diócesis (…) Serán de 400 a 500 o más comunidades a donde se está llegando, gracias a la radio”, resaltó.
Tanto el Padre Eslava como la Hermana Ángela expresaron su agradecimiento a los benefactores de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre, porque la instalación y mejora de las radios continúan “formando a nuestros fieles”.
En los últimos dos años se han realizado más de una veintena de proyectos de ayuda en Perú. Si desea colaborar y ayudar a iniciativas como las de las radios, ingrese a www.acn-global.org.