La Guajira, desde la mirada de un Obispo
La Iglesia en una de las regiones más pobres de Latinoamérica
El Obispo de la Diócesis de Riohacha, Monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar, en una entrevista exclusiva con la Directora Ejecutiva de ACN Colombia y Global Office, María Inés Espinosa Calle, relató la difícil situación de pobreza y abandono que viven los habitantes del departamento de La Guajira. Además de esto, contó que la falta de evangelizadores en el departamento es un problema que está afectando notoriamente a la comunidad, especialmente a los Wayúu.
Monseñor Ceballos fue muy claro al decir que La Guajira es uno de los departamentos más pobres de América Latina y, por ende, carece de oportunidades debido a la desigualdad y la corrupción administrativa. Cabe destacar que la presencia de la Iglesia ha sido significativa para los habitantes, y aunque se han desarrollado proyectos para llevarles el Evangelio, la falta de recursos les ha impedido financiar algunas de sus iniciativas, entre ellas, la construcción de 14 templos con sus casas curales en Riohacha, Maicao y Uribia.
Por otro lado, cuenta el Obispo que los medios de comunicación han jugado un papel esencial en la evangelización y formación de campesinos, indígenas, raizales, niños y adultos mayores; todo con el fin de hacerlos partícipes en los procesos de la Diócesis. Sin embargo, se ha generado una brecha a causa de las distancias, es decir, algunas comunidades, dada su ubicación, no tienen acceso a redes de telecomunicaciones o conexiones de internet; por ello, se requiere de la presencia física de los sacerdotes, para así evitar que los indígenas se sientan abandonados por la Iglesia y, en esta situación, la Diócesis ha tratado de responder a estas realidades con su trabajo pastoral.
Monseñor Ceballos concluye la entrevista diciendo: “Hay más alegría en dar que en recibir. El Señor mira con agrado a aquella persona que da, no lo que le sobra, sino lo que le hace falta”, aludiendo a que cada vez que se ayuda hay que hacerlo desde el sacrificio y no desde la compasión o la lástima, sino con un deseo puro y bondadoso de servir a los demás. El prelado puntualizó que se debe contribuir a la Iglesia desde nuestra propia necesidad, para que el reino de Dios se extienda y así Jesucristo sea conocido y amado.[/vc_column_text]
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