Iraq: La educación y el diálogo, claves para permanecer
“Gracias a la ayuda de Europa y de los países occidentales, todavía hay cristianos en Iraq”, ha manifestado el P. Jens Petzold en una visita a Zúrich, a donde ha sido invitado por la sede de la fundación Aid to the Church in Need (ACN) en Suiza. El P. Petzold, nacido en Berlín, se crió en Suiza, y desde 2012 está a cargo del monasterio católico caldeo Deir Maryam El-Adhra (Monasterio de la Santa Virgen María) en Sulaymaniah, ubicado en la parte kurda de Iraq.
“Parece que una cierta normalidad se está reinstaurando en Iraq. Sin embargo, para que los cristianos regresen a sus pueblos de la Llanura de Nínive, todavía hay que hacer un gran esfuerzo. Aún pasará algún tiempo antes de que se reconstruya la última casa de estas aldeas destruidas”, recalca el clérigo de 58 años, quien ha añadido que, incluso después de eso, no hay garantía de que permanezcan definitivamente en esta inestable región las personas que en agosto de 2014 lograron, en el último segundo, escapar de las milicias terroristas del Estado Islámico. Desde su ordenación sacerdotal en 2012, el P. Jens Petzold lleva el nombre de Abuna Yohanna y pertenece a la Comunidad Ecuménica de Al-Khalil, dedicada especialmente al diálogo islámico-cristiano.
La tentación de la emigración
De las 250 personas que el monasterio de Deir Maryam El-Adhra acogió durante la invasión de la Llanura de Nínive, una cuarta parte ya ha emigrado, ha explicado el sacerdote. De las personas restantes, algunas se han asentado en Ankawa, la comunidad cristiana del barrio periférico de Erbil, la capital de la Región Autónoma Kurda de Iraq, mientras que otras han regresado a sus pueblos.
Además de la falta de confianza en el futuro, en las autoridades y en algunos vecinos musulmanes que inicialmente acogieron a las milicias del ISIS con los brazos abiertos, los cristianos se enfrentan ahora a una situación económica muy precaria, ha dicho el Padre Petzold. Además, ha añadido que la corrupción es omnipresente.
“Los jóvenes no quieren estar encerrados en una jaula donde no poder moverse, y no tendría sentido construir una región puramente cristiana, un gueto en medio de las aldeas musulmanas. La única solución reside en el diálogo y la reconciliación”, ha subrayado el sacerdote, quien también señala que no hay que olvidar que muchos musulmanes también han sufrido la opresión del ISIS. “La mitad de los musulmanes huyó de Mosul”, ha dicho el religioso.
Ampliar el horizonte de las generaciones más jóvenes
Ahora que la fase de ayuda de emergencia ha finalizado, su comunidad monástica puede dedicarse nuevamente a su tarea original: el diálogo cristiano-islámico así como el intercambio espiritual e intelectual. “No pretendemos cambiar la realidad de Oriente Próximo, pero en la medida de las posibilidades de nuestro monasterio estamos dando los primeros pasos: nos dirigimos a adultos jóvenes que necesitan educación y formación, y queremos ampliar su horizonte”, ha explicado Petzold. Él y sus cofrades han observado que hay muchos problemas de idioma entre los diferentes grupos étnicos, entre otros, entre kurdos y árabes. Por ese motivo, la comunidad ha abierto una escuela de idiomas. Según Petzold, estos son instrumentos útiles para alentar a los jóvenes a permanecer en su patria.
El año pasado, más de 600 personas participaron en los cursos de idiomas del monasterio, y 150 comenzaron una formación profesional, ha señalado. Además, su monasterio ofrece, entre otros, cursos de Psicología y Filosofía. “La educación permite a los cristianos romper el círculo vicioso de las sociedades paralelas y construir una sociedad basada en los derechos civiles generales y no en la afiliación confesional”, ha explicado el sacerdote.
Ayuda a la Iglesia Que Sufre apoya a los cristianos de Iraq
Ayuda a la Iglesia Que Sufre ha prestado un enorme apoyo a los cristianos perseguidos por el ISIS en Iraq. La ayuda de emergencia proporcionada por la Fundación Pontificia en los últimos años asciende a más de 47 millones de euros. Con el fin de apoyar el retorno de la población desplazada a los pueblos destruidos por el ISIS, Ayuda a la Iglesia Que Sufre
lanzó la campaña “Vuelta a las raíces”. El objetivo de la campaña es restaurar o reconstruir las casas dañadas y destruidas en los pueblos cristianos, así como los edificios de las Iglesias, entre ellos, 18 monasterios, escuelas, hospitales y dispensarios. Actualmente, alrededor del 46% de los cristianos desplazados han regresado a sus antiguos hogares.