Informe de actividades 2019: Más de 100 millones de euros al servicio de la Iglesia en todo el mundo. África y Oriente Medio entre las más beneficiadas
La fundación pontificia internacional ayuda a la iglesia Que Sufre (ACN), con 23 sedes nacionales y más de 330.000 benefactores en todo el mundo, ha recaudado en 2019 más de 106 millones de euros en donaciones para los cristianos perseguidos y que sufren en todo el mundo, manteniendo el nivel del año anterior.
Gracias a cerca de 5 millones de donaciones, años anteriores se financiaron actividades por valor de 111,2 millones de euros. El 80,4% de los cuales – aproximadamente 90 millones de euros – se destinaron a gastos relacionados con los tres pilares de su misión: realizar proyectos de ayuda, informar sobre la situación de los cristianos en diferentes países y animar a rezar por los que sufren.
La organización llevó a cabo 5.230 proyectos de ayuda para aliviar múltiples necesidades en 139 países, principalmente en África y Oriente Medio, por un valor de 75,9 millones de euros. Son 211 proyectos más que el año 2018 que han beneficiado a 1.162 diócesis, por encima de un tercio de todas las diócesis del mundo.
Efectivamente, África es un año más la región donde ACN tiene más proyectos. El 29,6% de las ayudas de proyectos, casi un tercio, hicieron posible un total de 1766 proyectos. En Nigeria (121), Camerún (91) y Burkina Faso (52), donde el fundamentalismo y terrorismo yihadista está haciendo estragos entre la población, se financiaron 264 proyectos por un total de tres millones de euros. La República Democrática del Congo, debido a los graves conflictos que sufre, el olvido internacional y su inmensa superficie de más de dos millones de kilómetros cuadrados, es el país africano donde más proyectos llevó a cabo la fundación en 2019, el tercero a nivel mundial: fueron 268 proyectos por 3,3 millones de euros.
El 22,1% de los fondos para proyectos se dedicaron a ayudar a las minorías cristianas amenazadas en su existencia en Oriente Medio, cuna del cristianismo. En Siria, que sufre todavía el conflicto bélico, se realizaron 132 proyectos por casi 7,6 millones de euros centrados en la ayuda de emergencia y supervivencia. Otro gran beneficiario fue Irak donde, después de la reconstrucción de más de 6.000 viviendas en años anteriores, se comenzó una nueva fase de reparación de lugares de culto y monasterios, para dar un nuevo hogar espiritual a las familias que han regresado a sus pueblos y ciudades. De los 50 grandes proyectos aprobados por 5,6 millones en Irak destaca la reconstrucción de la Catedral de Al-Tahira en Karakosh, la mayor iglesia cristiana de Irak.
Otro país afectado por conflictos bélicos y una pobreza económica grande, pero con una gran riqueza espiritual al mismo tiempo, es Ucrania. Este país fue prioridad de ACN en Europa del Este con casi 300 proyectos y más de cuatro millones en subvenciones en 2019.
En Latinoamérica, Venezuela se ha convertido tristemente en el país que más ayudas recibe después de Brasil. 108 proyectos para sacar a flote a la Iglesia venezolana, que es para muchos el único soporte en un país que sufre un desgaste social enorme por su situación política y económica. De manera similar, en el continente asiático ACN priorizó la ayuda a Pakistán y la India ya que el fanatismo islamista en el primero y de nacionalistas hindúes en el segundo, amenazan y discriminan la vida diaria de los cristianos.
Saliendo del ámbito geográfico, en 2019 se celebraron 1.378.635 misas por las intenciones de los bienhechores, cuyos estipendios representan el 15,9% de las donaciones. Con ellos, la fundación apoyó a 40.096 sacerdotes – uno de cada diez sacerdotes en todo el mundo. La mayoría de ellos utilizan los estipendios de misa no sólo para su propio sustento sino también para llevar a cabo su trabajo pastoral y social.
ACN fortaleció sus programas de formación de seminaristas y órdenes religiosas, algo que considera una pieza clave para el futuro de la Iglesia. Más de 13.000 religiosas en zonas de guerra, en barrios marginales de las metrópolis o en zonas intransitables de montaña y selva pudieron mejorar su servicio a los más pobres y vulnerables gracias a ayudas de la fundación. En el mismo ámbito, más de 16.200 jóvenes de todo el mundo, uno de cada siete candidatos al sacerdocio, fueron apoyados por ACN. Estos programas de ayuda para la manutención y formación representan el 16% de la ayuda.
Como detalle anecdótico a partir de 2019, 266 nuevos vehículos de motor, 119 motocicletas, 266 bicicletas, 4 autobuses, 3 camiones y 12 embarcaciones impulsarán por tierra y agua la labor de la misión en tierras de difícil acceso, por ejemplo en Brasil, Burundi, India o Madagascar.
El 22,1% de los fondos para proyectos se dedicaron a ayudar a las minorías cristianas amenazadas en su existencia en Oriente Medio, cuna del cristianismo. En Siria, que sufre todavía el conflicto bélico, se realizaron 132 proyectos por casi 7,6 millones de euros centrados en la ayuda de emergencia y supervivencia. Otro gran beneficiario fue Irak donde, después de la reconstrucción de más de 6.000 viviendas en años anteriores, se comenzó una nueva fase de reparación de lugares de culto y monasterios, para dar un nuevo hogar espiritual a las familias que han regresado a sus pueblos y ciudades. De los 50 grandes proyectos aprobados por 5,6 millones en Irak destaca la reconstrucción de la Catedral de Al-Tahira en Karakosh, la mayor iglesia cristiana de Irak.
Otro país afectado por conflictos bélicos y una pobreza económica grande, pero con una gran riqueza espiritual al mismo tiempo, es Ucrania. Este país fue prioridad de ACN en Europa del Este con casi 300 proyectos y más de cuatro millones en subvenciones en 2019.
En Latinoamérica, Venezuela se ha convertido tristemente en el país que más ayudas recibe después de Brasil. 108 proyectos para sacar a flote a la Iglesia venezolana, que es para muchos el único soporte en un país que sufre un desgaste social enorme por su situación política y económica. De manera similar, en el continente asiático ACN priorizó la ayuda a Pakistán y la India ya que el fanatismo islamista en el primero y de nacionalistas hindúes en el segundo, amenazan y discriminan la vida diaria de los cristianos.
Saliendo del ámbito geográfico, en 2019 se celebraron 1.378.635 misas por las intenciones de los bienhechores, cuyos estipendios representan el 15,9% de las donaciones. Con ellos, la fundación apoyó a 40.096 sacerdotes – uno de cada diez sacerdotes en todo el mundo. La mayoría de ellos utilizan los estipendios de misa no sólo para su propio sustento sino también para llevar a cabo su trabajo pastoral y social.
ACN fortaleció sus programas de formación de seminaristas y órdenes religiosas, algo que considera una pieza clave para el futuro de la Iglesia. Más de 13.000 religiosas en zonas de guerra, en barrios marginales de las metrópolis o en zonas intransitables de montaña y selva pudieron mejorar su servicio a los más pobres y vulnerables gracias a ayudas de la fundación. En el mismo ámbito, más de 16.200 jóvenes de todo el mundo, uno de cada siete candidatos al sacerdocio, fueron apoyados por ACN. Estos programas de ayuda para la manutención y formación representan el 16% de la ayuda.
Como detalle anecdótico a partir de 2019, 266 nuevos vehículos de motor, 119 motocicletas, 266 bicicletas, 4 autobuses, 3 camiones y 12 embarcaciones impulsarán por tierra y agua la labor de la misión en tierras de difícil acceso, por ejemplo en Brasil, Burundi, India o Madagascar.
ACN fue fundada en 1947, después de la Segunda Guerra Mundial, para ayudar a refugiados y centró su labor durante muchos años en el apoyo a la Iglesia que sufría detrás del telón de acero. Además de la financiación de proyectos, tiene el objetivo de informar sobre la Iglesia perseguida y apoyarla a través de abogacía en el ámbito político.
En más de 80 países no está garantizado el derecho fundamental a la libertad religiosa. Actualmente, se calculan unos 200 millones de cristianos en el mundo que no pueden practicar libremente su fe, en más de 40 países sufren acoso o discriminación. Por ello, en 2019 ACN dio voz a los cristianos perseguidos ante instituciones como la ONU y la UE; redactó innumerables publicaciones y artículos en más de seis idiomas y realizó entrevistas y audiovisuales sobre la situación de los cristianos que sufren para medios de comunicación, nacionales e internacionales. También invitó a representantes y víctimas de la Iglesia perseguida a reuniones internacionales, eventos y conferencias para que dieran testimonio de situaciones desconocidas o ignoradas en Occidente.
Algunos ejemplos de esta ardua tarea fueron la Noche de los Testigos en la Catedral de Notre Dame de París, sólo unas semanas antes de la tragedia, y la llamada “Red Week for Persecuted Christians” que iluminó miles de monumentos en rojo en cuatro continentes para llamar la atención sobre el derecho a la libertad religiosa y el sufrimiento de los cristianos perseguidos.
Por último y en el campo de la oración cabe destacar, entre otras, la iniciativa “Un millón de niños rezan el Rosario” por la unidad y la paz en el mundo. En 2019 y apoyados por el Santo Padre en sus redes sociales, cientos de colegios, parroquias, movimientos religiosos e innumerables familias de 80 países se unieron a la campaña de oración con la convicción de que además de la ayuda concreta, la oración y la fe son necesarias para sanar al mundo.
A pesar de las críticas consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19, la fundación internacional busca mantener el nivel de apoyo en 2020. Aunque se trata de un gran desafío es muy necesario porque las necesidades en muchos países asociados con la fundación se están viendo muy agravadas. Desde principios de abril de 2020, ACN ya ha asignado 5 millones de euros para apoyar a los sacerdotes y religiosos en los países más vulnerables. Además, la organización lanzó otros programas de ayuda de emergencia para los cristianos en Siria y Pakistán.