Inflación golpea a los seminaristas en Argentina
Por: María Ximena Rondón
La inflación no da tregua en Argentina y ni los seminaristas pueden escapar de ella. Así lo aseguró el Arzobispo de Corrientes, Mons. Andrés Stanovnik, en una entrevista concedida a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN).
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de Argentina, en octubre de 2022 se calculó que la tasa de variación anual del Índice de Precios al Consumo (IPC) fue del 88%. Se estima que a finales de este año llegará a un 100%. Los precios han subido estratosféricamente en los rubros de agua, gas, electricidad, vivienda, además de los bienes de consumo cotidianos.
Mons. Stanovnik contó que en Corrientes, en el nordeste de Argentina, la población católica se destaca por la solidaridad, la reverencia y respeto a la liturgia y una devoción expresada en la música. Sin embargo, prosiguió, la zona norteña es “económicamente la más deprimida respecto del centro. Entonces nos encontramos con comunidades que están en regiones muy necesitadas, muy pobres”.
Esta realidad ha golpeado al seminario interdiocesano “La Encarnación”, donde actualmente se forman 20 jóvenes cuyas edades oscilan entre los 23 y 24 años. De este grupo, ocho solo acuden a estudiar y residen en el Seminario Redemptoris Mater, del Camino Neocatecumenal.
Ellos viven “en una Argentina que desde el punto de vista económico es bastante desastrosa, con una inflación de los países que están en lo más alto del mundo, ni hablar de Latinoamérica. Eso por supuesto, influye mucho en la capacidad de salario que tiene la gente”.
El Arzobispo de Corrientes explicó que al seminario interdiocesano “La Encarnación”, la inflación “ afecta igual que afecta a una familia. Es decir, de pronto uno hace un presupuesto para un mes y durante el mes, bueno, cambiaron los precios. El dinero no alcanza. Esa es la realidad.”
“Cada día se gana menos, de modo que la población se va empobreciendo. Y nosotros somos parte de la población y lo mismo nos pasa con el seminario. Es decir, el esfuerzo por la solidaridad es cada vez mayor para tratar de sostener la formación y la vida de nuestros seminaristas”, comentó .
Las necesidades del seminario van desde la alimentación, la vestimenta, los sueldos de los profesores hasta la manutención de la infraestructura.
Por eso, “es muy difícil hacer un presupuesto y tenemos que ir enfrentando esta situación de diversas maneras. Entre otras con la gran ayuda que nos presta Ayuda a la Iglesia Necesitada”, expresó el Prelado, quien expresó un profundo agradecimiento a los benefactores que hacen posible la formación de los 20 seminaristas.
“El que da, hace un bien enorme, el que se da a sí mismo y comparte lo que tiene hace un bien enorme al otro, pero recibe como respuesta un bien aún mayor porque es dando como se recibe. Por eso queridos benefactores, no se desanimen y también recuerdenos permanentemente a nosotros para que no olvidemos de ser agradecidos y al mismo tiempo tenerlos presentes en la oración”.
La inflación no es el único desafío para las vocaciones
Mons. Andrés Stanovnik precisó a ACN que la mayoría de los seminaristas son de origen correntino y que antes de ingresar al seminario, pasan por un periodo de discernimiento que dura un año y son acompañados por un equipo especializado, que incluye a médicos y psicólogos.
Además, el perfil de los seminaristas no es el mismo que hace 15 años. Indicó que los formadores deben guiar a un postulante que proviene de una cultura juvenil “bombardeada por el individualismo, por la distracción permanente, por ejemplo de la pantalla; tan sexualizada, tan marcada por ‘hacé lo que te gusta’, porque ese es el criterio de la verdad”.
También se enfrentan a un “ataque ideológico” contra la iglesia y que busca “descalificar a los católicos”.
Por lo tanto, destacó el Arzobispo de Corrientes, “es importante apoyar a los seminaristas porque ellos se están preparando para ser sacerdotes. Es decir, será el pastor de una comunidad cristiana en una diócesis. Se necesitan sacerdotes para esa comunidad que no tiene alguien que los acompañe, para que celebre los sacramentos, para que atienda a los enfermos, para que bautice a las criaturas, para que forme en la fe a la comunidad cristiana, especialmente a los niños”.
“A ACN le agradecemos por la ayuda que nos están prestando para formar a los seminaristas, es realmente preciosa”, concluyó.
Con ocasión de la Navidad, la fundación pontificia ACN ha lanzado una campaña para apoyar económicamente a los seminaristas de todo el mundo. Tal como les sucede a los seminaristas de Argentina, muchos enfrentan diversas dificultades para culminar con su formación. Por ello, le invitamos a conocer más sobre esta campaña y ayudar al futuro de la Iglesia en el mundo: