En La Guajira, “evangelizando vamos a llegar”
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La frase es de la directora del Banco de Alimentos de la Diócesis de Riohacha, Rebeca Badillo, uno de los tantos programas en los que trabaja activamente la la Iglesia en esta región, y a la que la Fundación ACN ha apoyado recientemente por medio de estipendios de Misa y la adquisición de un vehículo para fortalecer la evangelización en regiones muy apartadas de este departamento.
El departamento de La Guajira, al norte de Colombia, es una de las regiones más pobres del país. Allí, el abandono, la corrupción y el hambre pasan una factura muy alta, especialmente a las comunidades más vulnerables, como las de los indígenas wa
yúu. Po
r eso, la Iglesia, en cabeza de la Diócesis de Riohacha, despliega una incansable labor pastoral de evangelización, acompañamiento y ayuda concreta a los más necesitados.
Recientemente, la Fundación ACN hizo llegar a esta Diócesis ayudas representadas en estipendios de Misa y un vehículo nuevo. El donativo de los estipendios “permitirá salvaguardar el servicio pastoral y social de seis parroquias ubicadas en las periferias geográficas y existenciales de la Diócesis de Riohacha durante un año”, según manifestó el Obispo, Monseñor Francisco Antonio Ceballos Escobar.
Por su parte, la adquisición del vehículo para la parroquia Sagrada Familia de Nazareth, “permitirá evangelizar la población indígena wayúu dispersa en la alta Guajira colombiana, en cumplimiento de la misión de anunciar de todas las formas posibles la Palabra y el amor de Dios, con opción preferencial por los pobres, por medio de una atención religiosa privilegiada y prioritaria”, comentó Monseñor Ceballos.
Para ACN, esta región de Colombia es un foco de atención prioritaria, pues además de las evidentes necesidades, la Iglesia -por medio de la Diócesis y el apoyo constante de su Obispo- ha demostrado su férrea voluntad de trabajar para cambiar esta realidad, y se mueve con persistencia hacia la búsqueda de esos objetivos.
Hilos para acabar con el hambre
Una muestra del trabajo constante de la Iglesia en La Guajira, por medio de la Diócesis de Riohacha, son los programas que lidera y apoya para afrontar de modo concreto realidades complejas como el hambre y la desnutrición, que lamentablemente aquejan sobre todo a los niños de las comunidades wayúu. Una de estas iniciativas es el proyecto del Banco de Hilos, que nació en la pandemia a través de «Colombia Cuida Colombia» y «ABACO» (Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia), para impactar a estas comunidades agobiadas por el problema de la desnutrición infantil. De esta manera, se buscaba impactar positivamente a esta población, mejorando el desarrollo y la calidad de vida de las mujeres y niños de esta región.
En una entrevista con el equipo de comunicaciones de ACN Colombia, Rebeca Badillo, directora del Banco de Alimentos de La Guajira, expresó su agradecimiento al Obispo de la Diócesis de Riohacha, Monseñor Francisco Antonio Ceballos, por apoyar el proyecto de comedores comunitarios en Mayapo, localidad cercana a la capital del departamento. Con el impulso a estas iniciativas, la Iglesia hace presencia de manera concreta en medio de las comunidades más necesitadas.
Rebeca Badillo enfatiza en que, de la mano de Dios, se puede sacar adelante este proceso y tocar fibras: “Evangelizando vamos a llegar”. Y es que el modelo de gestión y evangelización de proyectos como este están basados en la doctrina social de la Iglesia Católica. Sus pilares fundamentales parten de la solidaridad, del bien común, de la subsidiariedad. Dice Badillo que “en estos programas se evidencia la presencia de la Iglesia, y como Iglesia debemos conservar nuestros parámetros de referencia de la doctrina social”.
Más allá de ser solo un proyecto asistencial, un programa como este busca comunidades que puedan evangelizarse a través de obras sociales. En este sentido, Rebeca Badillo reitera que “la Iglesia se hace presente evangelizando a los más pobres a través de la caridad, a través de la solidaridad”, como es el caso del Banco de Hilos.
Concretamente, este programa tiene como objetivo proporcionar a las artesanas wayúu medios productivos para aumentar sus ingresos familiares, fortalecer su actividad económica, garantizar sus derechos, proporcionar educación alimentaria y potenciar sus habilidades comunitarias y de liderazgo.
El modelo de funcionamiento tiene un enfoque de economía circular solidaria, y consiste en entregar el material necesario para la producción de las mochilas, dar apoyo técnico antes y durante el proceso de producción, y retribuir el trabajo del artesano con un paquete de alimentos, dinero y los hilos para la siguiente artesanía. Además, proporciona un paquete alimentario complementario de forma mensual y acompañamiento nutricional a las familias beneficiarias.
De este modo, en La Guajira, la Iglesia teje hilos de solidaridad con las comunidades más necesitadas, y extiende su mano para intentar acabar con uno de los flagelos que aqueja a esta región, y especialmente a los niños más pequeños: el hambre. “Oramos a Dios para que continúe bendiciendo su obra y les retribuya en frutos de santidad”, concluye Monseñor Ceballos, manifestando su agradecimiento a ACN y todos sus benefactores.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]