Día Internacional de la Caridad: «La fe es el mayor tesoro»
El asistente eclesiástico internacional de Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) habla sobre la organización benéfica
ACN, Volker Niggewöhner.- El 5 de septiembre, aniversario de la muerte de madre Teresa de Calcuta, es el Día Internacional de la Caridad. Este día, proclamado por las Naciones Unidas, hace referencia a la diversidad de personas y tipos de ayuda prestados para aliviar las distintas necesidades de la humanidad. La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) se ha propuesto aliviar las necesidades espirituales y materiales y llevar al mundo la salvación de Dios mediante la Evangelización. El padre Martin Barta, asistente espiritual de ACN Internacional, habla sobre los puntos centrales del trabajo de la fundación.
ACN: Padre Martin, ¿por qué las acciones de ayuda social -incluso en el espectro eclesiástico- son a veces más fáciles de comunicar que las emergencias pastorales?
Padre Martin Barta: A menudo se ve al ser humano sólo como un ser físico, cultural, social o económico, pero no como un ser espiritual. Falta la conciencia de que el ser humano ha sido creado por Dios y para Dios. Hace falta una visión holística del ser humano.
¿Cómo se expresa concretamente este enfoque en el trabajo de los proyectos de ACN? ¿Qué debe contener una solicitud de proyecto para que la fundación la apoye?
La atención debe centrarse en el cuidado de las personas en cuerpo y alma. El Evangelio dice: «No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mt 4,4). Lo espiritual, lo divino, es la primera riqueza del hombre. No se pueden resolver primero los problemas socioeconómicos y luego aportar algo espiritual a la gente. El desarrollo humano, económico y social debe ir unido al crecimiento de la fe y del Reino de Dios.
ACN siempre requiere para las solicitudes de proyectos la recomendación del obispo local responsable. ¿Por qué esto es importante para ustedes?
Para nosotros, la recomendación del obispo es como un sello de aprobación de que el proyecto se apoya y se realiza en el espíritu de la Iglesia. No se trata sólo de lo que se hace, sino también de cómo se hace. La gente debe sentir que lo que recibe proviene de un corazón que quiere dar algo de sí mismo a los demás. No sólo porque queremos promoverlos social y humanamente, sino porque los apoyamos como hermanos y hermanas en la fe y en al amor de Dios. Un proyecto no sólo debe cumplir su objetivo terrenal, sino profundizar en la fe y ampliar la mirada hacia lo celestial.
Las áreas de enfoque de ACN es muy diverso. La fundación promueve la formación de clérigos y laicos, apoya a las congregaciones religiosas, se ocupa de la pastoral familiar, la ayuda a los refugiados, la ayuda con vehículos, el trabajo con los medios de comunicación. ACN también está firmemente comprometida con la construcción de lugares de culto. Siempre se pide que se invierta en piedras vivas en lugar de en edificios. ¿Por qué es tan importante para ACN la construcción de iglesias y capillas?
Es importante invertir en las «piedras vivas» porque el primer templo del Espíritu Santo es el propio ser humano. Pero los edificios de las iglesias no son «piedras muertas». La gente suele olvidar que Dios también ha preparado una morada para sí mismo en esta tierra. Ya en el Antiguo Testamento, la imagen de la tienda de campanna se utiliza para describir la presencia de Dios en el mundo. Una iglesia no es una iniciativa del hombre, es la iniciativa de Dios que viene a nosotros, que habita con nosotros. Y por eso una iglesia es en primer lugar una casa de Dios. Es una casa viva, son piedras vivas, porque el tabernáculo es el corazón palpitante de la Iglesia. En una iglesia, la persona se encuentra con Dios. Y eso distingue a una iglesia de todos los demás edificios.
¿Los creyentes de los países más pobres lo entienden mejor que nosotros en los países ricos de Europa?
Yo diría que en los países más pobres se suele encontrar una fe más viva. La gente viene a la iglesia porque sabe que Dios está ahí. Esto suele tener también un efecto externo cuando, a pesar de su pobreza, hacen todo lo posible para que la iglesia esté bellamente decorada y el servicio sea solemne. También hay un gran sentido de comunidad. En esta unidad de fe, se experimenta que juntos pertenecemos al Señor. Hay idiomas como el alemán, donde la palabra iglesia (Kirche) deriva de la palabra griega «kyriakos», que significa «perteneciente al Señor». Pertenecemos al Señor: eso es lo que significa Iglesia.
¿Qué proyectos son prioritarios para ACN?
A la cabeza se encuentran los países en los que los cristianos sufren persecución directa o son discriminados y en los que se arriesgan a morir si viven su fe públicamente. Para estas personas, en primer lugar, es necesaria una ayuda de subsistencia para que puedan permanecer en sus países y dar testimonio del Evangelio. Es precisamente de estos países de donde provienen los más bellos testimonios de fe.
Esto me recuerda un incidente que me contó un sacerdote iraquí: Cuando, tras el ataque del «Estado Islámico» a las aldeas de la llanura de Nínive, los cristianos tuvieron que huir de la noche a la mañana y vivir en un campo de refugiados, un niño preguntó a su abuela: «Hemos perdido todo ¿Por qué Dios ha permitido esto? La abuela le contestó: «Pero, hijo mío, ¿qué estás diciendo? No lo perdimos todo, conservamos lo más grande: la fe en Dios». La fe es el mayor tesoro que tenemos.[/vc_column_text]
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