Combustible para una embarcación para la pastoral en la región del Amazonas
Desde 2006, tres Capuchinos se encargan de la parroquia de San Francisco de Asís en Belém do Solimões, en la Amazonia. Esta parroquia engloba 72 comunidades de creyentes que pueden encontrarse hasta a 400 kilómetros de la sede parroquial y a las que en ocasiones sólo se puede acceder por agua.
Un total de 25.000 personas pertenecientes a tribus indígenas viven en las aldeas a orillas de los ríos. Son muy pobres y los jóvenes tienen enormes problemas. La adicción a las drogas, el alcoholismo, la violencia y la falta de perspectivas están muy extendidos, y no es raro que los jóvenes se quiten la vida.
Allí es importante que las personas no se queden solas con sus desgracias, pero como los sacerdotes no pueden estar en todas partes al mismo tiempo, forman a misioneros laicos que visitan las aldeas y acompañan a la gente, rezan con ellos y los ayudan a crecer en la fe y a superar sus problemas.
No obstante, las enormes distancias suponen un gran desafío. Los viajes por agua no sólo llevan mucho tiempo y no están exentos de peligro, sino que el combustible también cuesta dinero. Para poder visitar a los fieles con más frecuencia, los Capuchinos nos piden 8.920 euros para “combustible para el Reino de Dios”, como ellos lo llaman. ¿Te gustaría ayudarlos?