Burkina Faso: “Los fieles huyen del terrorismo, contra el que no tienen medios para resistir, pero mantienen su fe”
Aunque el clima de seguridad haya mejorado en los últimos meses, sigue siendo imposible permanecer en ciertas zonas de Burkina Faso, donde los grupos terroristas causan estragos, ha señalado el obispo de Dori (norte del país), Mons. Laurent Dabire, frente a Ayuda a la Iglesia que Sufre. Tras los meses de alto el fuego, entre abril y septiembre de 2020, la zona de la diócesis ha sufrido al menos diez atentados terroristas desde el 10 de septiembre de 2020 hasta la fecha, ha dicho el obispo. Sin embargo, los ataques han disminuido y ahora provocan menos muertes.
Mons. Dabire también ha comunicado que varias parroquias de Burkina Faso están completamente cerradas, pero que la diócesis de Dori sigue funcionando: “La diócesis garantiza la presencia católica en el Sahel, si bien en una zona limitada y con dificultades”.
Además, a la inestable situación de seguridad se suma el peligro de la pandemia del coronavirus. “Estamos atrapados entre dos frentes”, explica el obispo.
A la vista de tanta adversidad, Mons. Dabire se muestra impresionado por la fuerza de la fe de sus creyentes: “Nuestros fieles se caracterizan por su perseverancia y resistencia. Para ellos, lo importante es vivir la fe, cueste lo que cueste”. Las pasadas Navidades, en particular, le llenaron de gran alegría. La tradicional fiesta de Navidad para los niños había tenido que ser cancelada debido a las condiciones especiales que se daban en la ciudad de Djibo, fueron precisamente los niños musulmanes los que se entristecieron tanto por ello que acabó celebrándola después de todo. “Fue un acontecimiento extraordinario. ¡Vivan los niños!”, exclama con alegría el obispo burkinés.