Ucrania: Renovación de un convento en Potelych
La congregación greco-católica de las Hermanas de San José está viva y cuenta con jóvenes vocaciones. La comunidad se fundó en 1898 en Ucrania con el objetivo de que las religiosas se dedicaran especialmente a la labor con niños y jóvenes: cuidan de los huérfanos, dirigen jardines de infancia y escuelas, y ayudan a los sacerdotes en las parroquias. En Ucrania trabajan cuarenta religiosas de esta congregación, distribuidas en tres conventos. Además, también están presentes en Polonia y Siberia.
En Potelych, en Ucrania occidental, a 40 kilómetros de Lvov, las religiosas dirigen un orfanato llamado Pysanka, que significa “huevo de Pascua” en ucraniano. Actualmente, nueve niños y jóvenes viven allí en grupos que funcionan como familias. Tienen entre cuatro y diecinueve años de edad y proceden de entornos familiares desestructurados, por lo que apenas se han sentido amados y cobijados. Estos niños son atendidos con cariño por tres religiosas que les ayudan a superar sus heridas psicológicas y a establecer una relación con Dios.
Ahora, el convento de las religiosas precisa urgentemente de una renovación. Sobre todo, hay que remplazar las ventanas, por las que penetra la humedad cuando llueve y nieva, lo cual fomenta la formación de moho, y también hay que renovar el cableado eléctrico y reparar algunos muros. ACN destina a este fin 10.000 euros.