Impacto de la crisis sociopolítica en la vida pastoral de la diócesis de Buea en Camerún
200 civiles asesinados, 20.000 desplazados, 70 localidades saqueadas y 40 escuelas clausuradas
La diócesis de Buea se está viendo gravemente afectada por el empeoramiento de la crisis sociopolítica en las regiones noroccidental y sudoccidental, ambas anglófonas, de Camerún. A esta conclusión ha llegado la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) tras consultar fuentes cercanas a la Iglesia local.La información a la que ha tenido acceso ACN calcula que hay más de 20.000 desplazados. Desde la escalada de violencia en Noviembre de 2016 por lo menos ocho localidades de la diócesis han sido incendiadas, 70 atacadas y saqueadas. Un total de 25 han sido abandonadas porque su población se ha visto forzada a buscar refugio en granjas y en la selva. Según datos y estimaciones de organizaciones locales e internacionales de derechos humanos, más de 200 civiles – no sólo católicos – han sido asesinados en la Diócesis de Buea, incluidos niños y mujeres.
Como resultado de la inseguridad y la violencia un total de 10 parroquias y estaciones misioneras, especialmente en las vicarías de Muyuka y Muea, han tenido que suspender su labor pastoral. Otras han sido atacadas durante los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad del Estado y los combatientes independentistas; por ejemplo Bolifamba (Mile 16) el 24 de diciembre de 2018, y Muyuka, Ekona y Muea el 25 de marzo de 2019. También las vidas de los sacerdotes en la diócesis corren peligro, como puso de manifiesto el brutal asesinato del P. Alexander Sob de la parroquia de Bomaka, el 20 de julio de 2018 en Muyuka, según han afirmado las fuentes consultadas.
No sólo la labor pastoral, sino también las actividades educativas promovidas por la diócesis están sufriendo las consecuencias del conflicto: 40 escuelas católicas de primaria han sido cerradas desde 2016. Otros han sido atacados y sometidos a actos de vandalismo, como el colegio de Nuestra Señora de Gracia en Muyuka y el colegio de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Muea el 22 de septiembre de 2017. También el emblemático Instituto de Bachillerato de San José en Sasse, Buea, fue asaltado por civiles armados. Alrededor de 20 personas, entre alumnos y profesores, resultaron heridos en el ataque, lo cual obligó a cerrar temporalmente los colegios católicos de la diócesis. Por otra parte, en centros de salud diocesanos, como el hospital Monte María de Buea y el hospital Regina Pacis de Muntengene, se ha registrado una caída drástica del número de pacientes debida al éxodo masivo de personas que huyen de la Diócesis a otras zonas. Así mismo la fundación ACN subraya que han sido informados de casos en las que las fuerzas de seguridad del Estado han irrumpido en los centros de salud católicos con armas de fuego en busca de presuntos combatientes independentistas ingresados. También ha habido casos de mujeres que han tenido que dar a luz sin atención médica.
Por si fuera poco, las fuentes consultadas confirman que el forzado abandono por parte de los campesinos de sus pueblos y tierras de cultivo, está provocando una grave escasez de alimentos y una subida de los precios. En un futuro próximo se prevén inseguridad alimentaria, malnutrición y otros problemas relacionados con la salud.La actual crisis comenzó a intensificarse en la diócesis de Buea en octubre de 2016, cuando las fuerzas de seguridad de Camerún emplearon munición real en unas protestas mayormente pacíficas de la población anglófona que se han sentido desde la independencia del país en 1961 marginadas por las autoridades en su mayoría francófonas. Los manifestantes acusan a las mismas de imponerles la lengua y las tradiciones francesas y exigen una mayor autonomía y respeto por sus costumbres.
Según los informes recibidos, frente a todos estos desafíos, el clero y los creyentes siguen mostrando perseverancia en relación con sus obligaciones pastorales y acuden en gran número movidos por la fe incluso a las grandes celebraciones como la Misa Crismal de 2019, en la catedral sita en Small Soppo, en Buea. Ayuda a la Iglesia que Sufre ha subvencionado en la Diócesis de Buea más de veinte proyectos en los últimos 25 años. En 2019, la mayor parte del apoyo de ACN se destinó a las congregaciones religiosas femeninas afectadas por la crisis.